Un día, cuando era solo un niño, revolviendo entre los vinilos de mi "viejo" encontré uno que me llamó la atención por su portada, donde había uno morochos con ropas llamativas y con mucha onda, algo que hasta el momento nunca había visto. Curioso, como siempre, lo agarré y lo puse en el tocadisco de casa, que por cierto, para ser un objeto obsoleto, se usaba mucho en ese entonces. El vinilo comenzó a girar y mi cabeza no podía entender el sonido que salía de esa caja rectangular, pero de manera casi natural, mi cuerpo comenzó a moverse al ritmo del funk, al ritmo de Earth, Wind and Fire.
La banda se formó en el año 1969 en la ciudad de Chicago, Illinois por el baterista Maurice White. Al proyecto se sumarían, su hermano y bajista, Verdine White y en voz Philipe Bailey, entre otros.
Para los que no la conoce, fué, es y será la banda más grande de funk de todos los tiempos, marcando un antes y un después en la música negra. Instauraron una nueva manera de interpretar el estilo, fusionando con música disco, jazz, pop, blues, psicodelic y rock. Por donde se la mire y escuche es una buena banda.
Hablando de lo musical les puedo decir que el sonido es compacto y muy prolijo, con una rítmica impecable y una elaboración de sus temas magistral. Como big band que son, con más de 10 músicos en escena, son dignos de tal adulación. No es dificil entender lo que digo, solo hay que escuchar, es un estilo de música interpretado por virtuosos. Para los que quieran escuchar funk de verdad, ni lo duden.
Es inevitable reconocer el legado que han dejado, con solo pensar en temas como "September", "Fantasy", "Boogie Wonderland" y "Let's Groove", entre otros grandes clásicos, nos queda solo agradecerles.
Su música es vital, como los elementos que forman su nombre. No hay mejor rótulo que los defina, han logrado tomar las bases de la música negra y convertilas, con destreza y talento, en un nuevo sonido, que hoy en día, sigue vigente.
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