Mucho hemos hablado en este blog de lo importante que son las raíces de la música que escuchamos hoy en día. Muchas personas, momentos y lugares posibilitaron la progresiva evolución de los géneros musicales. Hoy vamos a recordar un lugar y un momento clave para el desarrollo de la historia de la música negra, Storyville.
Bajo este nombre se conoció a un distrito de la ciudad de New Orleands, entre los años 1897 y 1917. Era reconocida en los Estados Unidos por ser una de las zonas de prostitución declaradas, donde músicos, mafiosos y otros integrantes del bajo fondo se congregaban para festejar y aliviar penas.
El nombre de la misma surge de su creador, Sidney Alderman Story, el concejal de la ciudad en aquel entonces.
La congregación de gente, no solo se daba por la prostitución, sino que esto era consecuencia de que la ciudad estaba ubicada en un punto estratégico del país del norte, donde convergían el ferrocarril, el puerto y la vía terrestre de todos los puntos cardinales.
"Este sector estaba situado junto al Barrio Francés y pronto se convirtió en el lugar de diversión de Nueva Orleans. De hecho, el barrio (y la prostitución) se convirtieron en un negocio floreciente, con la apertura de cientos de establecimientos que ofertaban música. Colindante con Storyville, se situaba una zona llamada Tango Belt, donde se situaban las grandes salas de espectáculos.", comenta Herbert Ashbury en su periódico The French Quarter.
Ahora si, vamos a lo que nos compete. Se preguntaran que relación hay entre Storyville y la música, puntualmente con el jazz y es que al ser un punto estratégico donde conluían culturas, etnias y estratos sociales, la prostitución y el mundo del espectáculo y el entretenimiento creaban las condiciones necesarias para que los músicos de la época se acercaran a trabajar a los diferentes burdeles y teatros de la zona, ofreciendo diariamente shows. Esto posibilitó que los músicos de jazz tengan trabajo asegurado y puedan ganar plata y sobretodo, practicar y desarrollar nuevos sonidos. Por otro lado, otro aspecto clave es que posibilitó que muchos artistas de jazz se conozcas y formen bandas relevantes para la época y troncales para la evolución del género como la Tuxedo Brass Band, entre otras.
Este caldo de cultivo a la larga posibilitó que artistas tales como Buddy Bolden, Jelly Roll Morton, Bunk Johnson o Tony Jackson se convirtiesen en piezas claves para el crecimiento de géneros como el hot jazz, el down to earth o el low down blues, entre otros sonidos. Por otro lado, crió a una nueva camada de músicos como King Oliver, Feddy Keppard y el gran Louis Armstrong.
En el año 1917, en plena Primera Guerra Mundial, las autoridades federales decidieron demoler gran parte del barrio para crear un nuevo centro urbanístico llamado Iberville. Esto provocó que la gran mayoría de los artistas de jazz, tras perder su trabajo, emigren a Europa, Chicago y Nueva York donde el género evolucionaría y se emanciparía a lo largo de los Estados Unidos y el viejo continente, mezclándose con otros ritmos y sonidos.
Si bien he tratado de resumir la esencia de este lugar y esta época determinada, quiero remarcar la importancia de este suceso en la historia de la música negra, y que como decía, fue clave para que muchos artistas de un rústico jazz puedan no solo trabajar sino también experimentar, intercambiar experiencias y conocimientos para regar la semilla de lo que años después sería el jazz tradicional.
Esta simple historia, es un recordatorio para los que hacemos y disfrutamos de la música, para tomar consciencia de la importancia del jazz en todo lo que hoy en día escuchamos. El funk, el rock, el reggae, el soul, el hip hop, el ska, entre muchisimos otros géneros, nacen gracias a esta semilla; nunca dejemos de recordarlo.
I K D
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