Es simple, es lo que me desconecta de la realidad y me lleva a otra, paralela, donde interpreto sonidos, palabras, ritmos. Fluctúa constantemente, según el ánimo y la situación que atraviese cada uno.
Para mi, la música no representa un género, una corriente, un estilo. La música es todo. Es una sensación y una acción, es el placer y el goce del alma y de la mente o todo lo contrario.
La escuchamos en nuestras casas, en el auto, en el colectivo, en el subte, en cualquier transporte; caminando por la calle, corriendo, sentados, parados, también cuando nos duchamos, cuando nos levantamos, cuando nos acostamos; antes, durante y después de salir a bailar o a un bar, en una reunión familiar o con amigos; en todos los formatos; algunos privilegiados la intepretamos, hacemos música pero todos la respiramos, la vivimos, día a día, una rutina que no cansa, no estresa, esto es la música...
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